El Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, considerado el más grande e importante de la entidad y que fue construido en la zona oriente, integrada por 34 ayuntamientos y habitada por 6.5 millones de mexiquenses.
Se encuentra ubicado a la entrada del pueblo de Coatlinchán, sobre la carretera Texcoco-Los Reyes, el centro consta de cuatro conjuntos arquitectónicos que contienen, entre otros, un teatro/sala de conciertos para mil 200 personas, 8 mil 500 metros cuadrados de espacios museísticos, una biblioteca con capacidad para 50 mil volúmenes y área para 40 talleres, además de auditorios y un teatro al aire libre para 800 personas, que puede aumentar a 4 mil.
Este conjunto de modernas instalaciones, equipadas con tecnología de punta, conjuga funcionalidad, amplitud y belleza, es un recinto de puertas abiertas para todas las expresiones culturales y artísticas, locales, nacionales e internacionales.
En el teatro o sala de conciertos, para mil 200 personas, tendrá puestas en escena y conciertos de talla mundial. Y así con los 8 mil 500 metros cuadrados de áreas de exposición, los niños, jóvenes, académicos y la sociedad en general podrán apoderarse de la biblioteca para 50 mil volúmenes, además de sus auditorios, teatro al aire libre y talleres multidisciplinarios.
Texcoco fue la segunda ciudad más importante del último periodo del México antiguo, después de Tenochtitlán, y que durante la Colonia fue la cuna de la enseñanza del español en América. Tras la Independencia fue la primera capital del Estado de México y aquí se creó la primera Constitución estatal.
Es el punto de reunión natural, necesario, de una vasta comunidad de creadores artísticos de diversas disciplinas, de promotores culturales, de gente con plena confianza en que hay en el arte, en el impulso creativo de los hombres, un camino que debemos recorrer para ser mejores personas y ciudadanos. El centro es una oportunidad inmejorable para ampliar la cobertura de servicios culturales en la entidad y se convierte desde ahora en un compromiso corresponsable de los artistas, los gobiernos locales, el gobierno estatal y la comunidad en general por darle vida.
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