top of page
Buscar
vitamedios

El medio ambiente y sus mitos

El medio ambiente está de moda, muchas empresas se están subiendo al carro de lo ecológico para aumentar las ventas de sus productos en una técnica denominada como ‘greenwashing’ o lavado de cara verde.

El marketing utiliza diversas estrategias de publicidad engañosa para convencernos de que una empresa o institución es respetuosa con el medio ambiente cuando la mayoría de sus prácticas no lo son. Las maneras son muy diversas: desde ofrecer datos vagos sin respaldo objetivo, mostrar solo una característica más ‘verde’ de un producto omitiendo información sobre otros aspectos menos sostenibles, hacer un acto simbólico como una repoblación o una donación para lavar la imagen, o usar conceptos como ‘bio’, ‘natural’ o ‘sostenible’ que no llegan a indicar nada.

  • Confundir contaminación y cambio climático

La crisis climática es uno de los retos más acuciantes de nuestra era, en ocasiones parece que todas las cuestiones ambientales tienen que ver con este problema, pero no es así, una de las confusiones más frecuentes se suele dar entre las causas y efectos de la contaminación del aire y el cambio climático.

  • La culpa de la contaminación en las ciudades es de las calefacciones y no tanto de los coches

El sistema de calefacciones domésticas provoca un alto porcentaje de emisiones de CO2 en las zonas urbanas, sin embargo, no es lo mismo hablar de calidad del aire que de cambio climático. La contaminación hay que fijarse en contaminantes como el dióxido de nitrógeno y los óxidos de nitrógeno, y según el Ministerio para la Transición Ecológica, más del 75 % del dióxido de nitrógeno en el aire proviene del tráfico rodado.

  • Plantar miles y miles de árboles es la solución al cambio climático

Los bosques no son los únicos ecosistemas del planeta: también tenemos prados, sabanas, tundras… por lo que llenar la Tierra de bosques no tiene mucho sentido, además el cambio climático es un problema urgente que requiere acciones inmediatas, y los árboles tardan mucho tiempo en crecer y en convertirse en sumideros de carbono. Hay muchos ecosistemas a los que no se presta mucha atención, como las turberas, que almacenan más CO2 y se convierten en sumidero mucho más rápido que los bosques.

  • El problema de los residuos se soluciona separando la basura en el contenedor de reciclaje

Lo ideal es seguir en orden las 3R: primero reducir nuestro consumo de productos innecesarios, en segundo lugar reutilizar o buscar una segunda vida al producto antes de desprendernos de él y ya por último, y si no hay otra opción, reciclar. De hecho, hay muchas más “R” que podemos aplicar antes de enviar algo al contenedor: rediseñar, reparar, redistribuir, repensar.

  • Consumir alimentos ecológicos tiene menor huella ambiental

La agricultura ecológica tiene un bajo impacto ambiental al generar menos residuos contaminantes, una menor degradación de los ecosistemas y promover el mantenimiento de una mayor diversidad, además, favorece la retención de agua, el reciclaje de nutrientes, el control biológico de plagas y una menor erosión del suelo. Por todos estos motivos, comprar un producto con certificación de producción ecológica apoya a este tipo de economía más respetuosa con el medio que otros aprovechamientos más intensivos.


Pero, ¿qué pasa si compramos en España un kiwi con sello ecológico que procede de Nueva Zelanda y para cuyo transporte se han emitido grandes cantidades de CO2 y de partículas contaminantes? Por eso, muchas veces es preferible decantarse por alimentos frescos y de proximidad, aunque no tengan el sello, que por productos ecológicos que han viajado grandes distancias.

3 visualizaciones0 comentarios

コメント


Publicar: Blog2_Post
bottom of page