El floripondio es una planta muy común en México. Puede encontrarse incluso en nuestro jardín o en el de los vecinos. Sin embargo, su consumo, de manera irresponsable, puede generar daños severos e irreversibles e incluso la muerte.
Floripondio, ¿qué es y cuáles son sus características?
El floripondio es una planta originaria del Sur de América. Sin embargo, desde la época prehispánica se extendió por la mayor parte del continente americano. De esta forma, llegó a México y, gracias a sus propiedades alucinógenas, comenzó a ingerirse en algunas comunidades.
El nombre científico del floripondio es Brugmansia arborea y pertenece a la familia de las Solanáceas. Cabe señalar que, de acuerdo a la región, es llamada de distintas maneras. Por ejemplo, en Puerto Rico se le conoce como campana de París, en Cuba como flor de campana y en Colombia como borrachero o guante.
Se trata de una planta arborescente (es decir que por su aspecto nos recuerda a un árbol). Puede crecer hasta alcanzar cuatro metros de altura y sus hojas son grandes y membranosas. Por su parte, las flores también son enormes y pueden medir hasta 35 centímetros de longitud. Estas últimas son alargadas y están inclinadas hacia abajo.
Los peligros de consumir floripondio de manera irresponsable
A pesar de que el floripondio ha sido utilizado desde la época prehispánica, en la actualidad se usa de manera desinformada y por lo tanto muy peligrosa. Y es que esta planta contiene alcaloides que resultan perjudiciales al organismo –entre ellos: escopolamina, metelodina, norescopolamina e hioscamina.
De acuerdo con el artículo Plantas tóxicas: Neurotoxicidad por floripondio, la manera más común de consumir el floripondio es por medio de una infusión –esta tarda en hacer efecto entre 15 y 30 minutos y puede durar hasta tres días–. Sin embargo, si la infusión se realiza con más de una flor se incrementa el peligro de manera alarmante. De hecho, una infusión hecha a base de 5 flores puede traer consigo la muerte.
Y es que esta planta es capaz de tener efectos neurológicos negativos en el consumidor. Las consecuencias físicas van desde la desorientación, angustia y alucinaciones hasta las convulsiones y, en los peores casos, ocasiona que el individuo entre en estado de coma e incluso muera.
Es por ello que, aunque a lo largo de la historia de la humanidad hemos utilizado plantas con propiedades alucinógenas como el peyote, ya sea para fines espirituales o por mera curiosidad, su consumo no debe tomarse a la ligera pues podría traer consigo severas y desastrosas consecuencias.
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