El bonete es una fruta carnosa que madura en la víspera de primavera. Conócela de la mano del chef e investigador gastronómico Ricardo Muñoz Zurita.
El árbol del bonete (Jacaratia mexicana) lo había visto por muchas partes de México y siempre creí que no era una fruta comestible. Un día, que Nico Mejía y yo andábamos de investigación, llegamos a la frontera entre Colima y Jalisco, un lugar muy apartado de las ciudades grandes e incluso de los pueblos de ambos estados. Ahí nos detuvimos para preguntar sobre el mezcal que se hace regionalmente y, entonces, vimos el árbol, que puede llegar a medir hasta diez metros de altura, y lo probamos por primera vez.
Estos frutos penden de las largas ramas y su forma se asemeja a la carambola, aunque son enteramente distintos en sabor y uso. Es preferible consumir los más tiernos rebanados, en agua fresca o como botana; con sal, limón y chile en polvo. Sin embargo, también se consume como si fuera una hortaliza; se corta en trozos y se agrega a caldos y sopas.
Además, se puede comer asado. La mala noticia es que este fruto no tiene valor comercial, porque resulta difícil encontrarlo, y comerlo es casi exclusividad de quien tiene un árbol. A veces no se consigue ni en los mismos mercados locales, tal vez esta sea la razón por la cual se conoce muy poco sobre él.
Datos curiosos
Otros de sus nombres son: cuaguayote, k’umché (en maya), cualsuayote, papaya orejona o de monte y papayón. Las semillas pueden comerse tostadas con sal como pepitas.
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