La manzanilla, considerada como una de las hierbas medicinales más antiguas de la historia, es una de las plantas más populares dentro de las infusiones, gracias a sus propiedades que son capaces de aliviar diferentes dolencias.
Desde trastornos digestivos hasta insomnio, cólicos y gripe, el té de manzanilla actúa como un remedio casero para estos malestares y es muy fácil de preparar. Además, el extracto de esta planta también es usado con fines cosméticos.
¿Qué es la manzanilla?
La Chamaemelum nobile, comúnmente conocida como manzanilla o camomila, es una hierba perenne de la familia de las asteráceas, originaria de Europa aunque también se puede encontrar en América.
Considerada como una de las hierbas medicinales más antiguas de la historia, la forma de aprovechar las propiedades de la manzanilla es mediante la preparación de infusiones a partir de sus flores, las cuales tienen un aroma y sabor muy agradable.
¿Cuáles son los usos de la manzanilla?
Desde épocas antiguas, la manzanilla se ha utilizado para aliviar diversos malestares, debido a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiespasmódicas.
En Egipto por ejemplo, se usaba en el tratamiento de la malaria, en Roma para tratar infecciones urinarias y en la Europa de la Edad Media, esta era un popular diurético y también un remedio para los trastornos digestivos.
¿Qué beneficios tiene el té de manzanilla?
Entre los beneficios del té de manzanilla, se encuentran:
Proteger y reparar la membrana gástrica, ayudando a aliviar problemas del sistema digestivo como cólicos, espasmos y dolor en general.
Aliviar enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis y la sinusitis.
Aumentar la producción de glicina e hipurato, dos relajantes nerviosos y musculares.
Favorecer la inducción del sueño.
Reducir la presión arterial y prevenir la arterioesclerosis.
Aliviar síntomas menstruales como calambres, sudoración e hinchazón.
Prevenir infecciones gracias a sus compuestos fenólicos.
Combatir la congestión nasal y disminuir los estados inflamatorios.
¿Cuáles son los usos estéticos de la manzanilla?
Además de sus beneficios medicinales, la manzanilla puede emplearse con fines estéticos, gracias sus componentes fenólicos y taninos que retardan el envejecimiento de la piel e incrementan la producción de colágeno, suavizan y limpian la piel, aclaran y dan brillo al cabello.
Asimismo, la manzanilla se utiliza para realizar compresas frías o tibias, para tratar áreas inflamadas como los párpados después de una noche sin sueño o algún área del cuerpo en el que haya sufrido un golpe.
¿Cómo se prepara el té de manzanilla?
Preparar té de manzanilla es muy fácil, ya que basta con hervir un vaso de agua y agregarle dos cucharadas de flores de esta planta. Posteriormente, se deja reposar por diez minutos para después colarlas, ¡tendrás lista tu infusión!
Si no se cuenta con flores de manzanilla, otra opción es comprar bolsitas de esta en el supermercado, para preparar como cualquier otro te. Un buen consejo es que si deseas conseguir beneficios complementarios, puedes añadir otras hierbas, como el hinojo o la menta.
¿Cuáles son las contraindicaciones de tomar té de manzanilla?
Aunque el té de manzanilla cuenta con muchos beneficios para la salud y la estética, su consumo en grandes cantidades se relaciona con la irritación ocular, el sueño excesivo, así como alergias o dermatitis, por lo que se recomienda no tomar más de una o dos tazas al día.
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