¿Eres amante de las aguas termales en México? Te recomendamos estos lugares impresionantes en los que podrás beneficiarte de sus propiedades.
¿Te encantan los baños calientes? Pues no hay nada mejor que hacerlos en la propia naturaleza, donde los recursos son naturales y no se genera responsabilidad por el desperdicio de agua o combustibles.
Derivadas de la intensa actividad volcánica, existen una gran cantidad de manantiales de aguas termales a lo largo y ancho del territorio mexicano. Además de poder pasar un momento relajante, poseen propiedades medicinales que te ayudarán a tener una mejor salud y bienestar. Aquí te recomendamos algunas.
Aguas termales en Los Azufres de Michoacán
En el municipio de Hidalgo, Michoacan, existe un auténtico spa natural ubicado en la región montañosa. El lugar conserva un ambiente rústico, para que quienes lo visiten, puedan mantener contacto con la naturaleza. En el lugar existe un gran sistema de albercas naturales, geiseres y manantiales de aguas termales.
La gente asiste para recibir hidromasajes o sumergirse en las aguas cuyas propiedades trae grandes beneficios para la piel. Incluso el lodo puede servirte para hacer una mascarilla y ayudar regenerar tus tejidos. El lugar cuenta con distintos lugares de alojamiento como cabañas, en donde puedes aprovechar para tener un sueño reparado o continuar disfrutando del bosque.
Agua Hedionda, Morelos
El olor a azufre en las aguas han bautizado a estas aguas termales. Aunque para muchos se asemeja al olor de cañería, estas aguas son limpias y medicinales. Ubicadas en el municipio de Cuautla, el origen de estas aguas está en el deshielo de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
El balneario cuenta con una alberca principal 1600 m2 con una profundidad de hasta 2 metros y medio. El agua está en constante circulación y alcanza una temperatura de 27º C. También puedes aprovechar una segunda alberca con menor profundidad para los niños, o rentar una alberca privada para diez personas.
Tecozautla, Hidalgo
En el pueblo mágico de Tecozautla encontrarás un veintena de balnearios que se alimentan con aguas termales, entre los que destaca El Géiser, que cuenta con manantiales de agua caliente que alcanza los 100º C. Otra de las grandes ventajas de El Géiser, es que abre las 24 horas del día.
Ixtapan de la Sal, Estado de México
En este pueblo mágico mexiquense encontrarás una gran variedad de balnearios en los que podrás relajar tu cuerpo y músculos, o tomar una sesión terapéutica con el barro medicinal. El lugar más recomendado para visitar es El Bañito, cuya administración está a cargo del municipio.
Aguas termales en El Carrizal, Veracruz
Ubicadas a una hora de Jalapa, en este complejo podrás relajarte con aguas que alcanza cerca de lo 40º C. El agua es retenida en una alberca de 70 metros de largo. Gracias a sus minerales como sulfato de calcio y litio, es una excelente opción para la estimulación del sistema nervioso y cardiovascular. Las aguas son ligeramente radioactivas, por lo que son ideales para tratar trastornos nerviosos.
Balneario de Lourdes en San Lus Potosí
Este balneario cuenta con una larga tradición por sus propiedades curativas. A sus aguas han recurrido varias generaciones para curar sus dolencias. El lugar cuenta con piscinas para que la gente se relaje, además de un hotel con áreas verdes y espacios confortables. Las aguas son ligeramente radioactivas y de gran ayuda para padecimientos renales y hepáticos.
Ojocaliente, Aguascalientes
El estado de Aguascalientes fue bautizado con este nombre debido a sus aguas cálidas. En el centro de su capital se encuentra Ojocaliente, un balneario público que data del siglo XIX, cuando el coronel José María Rincón recibió la concesión de las aguas y construyó el complejo de estilo neoclásico francés. El agua de ojocaliente tiene una temperatura de entre 32 y 38º C.
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