Conocida como alhucema, espliego o cantueso, la lavanda es una planta originaria del Mediterráneo, el sur de África y el sureste de la India.
Es un arbusto perenne del que se conocen más de 30 especies con tallos pilosos, hojas finas y largas, y flores en forma de espiga color violeta, cuyo aroma tiene propiedades relajantes utilizadas tanto en la medicina, como en la gastronomía y la decoración.
¿Cuáles son los usos de la lavanda?
Gracias a sus propiedades relajantes, la lavanda es utiliza en diferentes ámbitos. En interiorismo, suele utilizarse para decorar gracias a tu tonalidad lila que transmite calma, así como para aromatizar cualquier espacio. También, suele utilizarse para repeler polillas.
En la gastronomía, se utilizan ciertos tipos de lavanda como la lavanda inglesa, lavandin y latifolia, las cuales tienen un aroma dulce y especiado y sabor levemente amargo con toques de limón, utilizados para elaborar postres.
Y en la medicina, la lavanda es muy versátil, ya que el aceite esencial de esta planta puede utilizarse para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés. Asimismo, la infusión de lavanda ayuda a relajarse, combatir el insomnio y mejorar el sistema digestivo.
Cultivo
Generalmente, la lavanda se cultiva en sitios cálidos y soleados, separado de árboles, en donde reciba sol al menos seis horas diarias, ya que esto le ayuda a florecer.
Sustrato
La lavanda necesita un sustrato alcalino para su correcto crecimiento. Además, es esencial que esta cuenta con un buen drenaje, ya que la humedad impide su sano crecimiento.
Ubicación
Cuando está en jardín o exteriores, lo mejor es colocar la lavanda en el lugar que más sol reciba durante el día, mientras que en interiores puedes colocarse al lado de la ventana para sol directamente.
Riego
La lavanda puede soportar épocas de sequía, sin embargo, debe tener riego moderado, sobre todo en los meses de crecimiento, evitando mojar sus ramas y flores, ya que de hacerlo se corre el riesgo de que aparezcan hongos. Durante el invierno, el riego debe ser una vez por semana, mientras que en verano, este debe ser ocasional durante las horas centrales.
Abono
El exceso de fertilización puede provocar que la floración de la lavanda pierda su potente aroma característico. Sin embargo, si el suelo en el que está plantada es muy pobre, es recomendable aplicar una cantidad mínima antes de la época de floración.
Poda
Se recomienda realizar una poda en el comienzo de la primavera o la llegada del otoño, ese decir, antes o después de la época de floración, para estimular el crecimiento de nuevas ramas y flores.
Kommentare